Hoy la señora se ha levantado y se encuentra mal. Sin desayunar, se va al mercado a comprar pescado. La Trini está sacando el polvo de los muebles del salón cuando aparece Jonás el chofer. -Pues mira tu que ésta es la casa del revés-, le dice la Trini sin pestañear- la señora, que se encuentra mal y no ha desayunao, se ha ido al mercado- -¿y la cocinera?- pregunta él sorprendido -Ah! la cocinera está en el gimnasio-.
Al llegar Nadita del gimnasio comenta la mala pata de que se le ha descosido la costura de la falda. Lo oye la señora que se está tomando una infusión y rápidamente pone en marcha la máquina de coser. Mientras la señora le cose la falda, Nadita hojea sentada en el sofá una revista de recetas comentando lo riquísimas que son. La Trini se las mira incrédula: algo no cuadra.
¿Y ahora que se le antoja a esta mujer? Después de estar descansando un rato, aparece con una botella colonia de litro. -Es para Jonás- le explica a la Trini muy convencida de su buena acción. Llega Jonás. -Jonás, ¿recuerda que a mi nieto y a mi nos daba la alergia cada vez que entrábamos en el coche? pues ya he descubierto por qué!- La mujer le extiende el bote diciéndole -Tome Jonás. Me he tomado la molestia de comprarle un buen frasco de colonia para que la use usted en vez de la suya. Ya he comprobado que ésta no nos hace estornudar- Y sin esperar respuesta se da media vuelta y se va. Jonás, clavado en el suelo y abrazando la botella pensativo, recuerda aquella pelicula de los muñecos budú y se pregunta si funcionaría con el nietecito...
Al llegar Nadita del gimnasio comenta la mala pata de que se le ha descosido la costura de la falda. Lo oye la señora que se está tomando una infusión y rápidamente pone en marcha la máquina de coser. Mientras la señora le cose la falda, Nadita hojea sentada en el sofá una revista de recetas comentando lo riquísimas que son. La Trini se las mira incrédula: algo no cuadra.
¿Y ahora que se le antoja a esta mujer? Después de estar descansando un rato, aparece con una botella colonia de litro. -Es para Jonás- le explica a la Trini muy convencida de su buena acción. Llega Jonás. -Jonás, ¿recuerda que a mi nieto y a mi nos daba la alergia cada vez que entrábamos en el coche? pues ya he descubierto por qué!- La mujer le extiende el bote diciéndole -Tome Jonás. Me he tomado la molestia de comprarle un buen frasco de colonia para que la use usted en vez de la suya. Ya he comprobado que ésta no nos hace estornudar- Y sin esperar respuesta se da media vuelta y se va. Jonás, clavado en el suelo y abrazando la botella pensativo, recuerda aquella pelicula de los muñecos budú y se pregunta si funcionaría con el nietecito...
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